Pero huir de ti, jamás podrás huir de ti
Corría como loco, no paraba de correr de un lado a otro, huyendo siempre hacia adelante, no quería, no podía mirar atrás. Una vez que llegaba a donde se proponía, sin importarle el sitio, volvía a echar a correr y por supuesto a no mirar atrás.
Hasta que un día, a mitaZ de camino, miro a un lado y se vio así mismo huyendo, en dirección contraria.
SaluZ, besos y abraZos.
Para acompañar la Imáfora:
Huir de ti.
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