miércoles, 27 de abril de 2016

sábado, 23 de abril de 2016

miércoles, 20 de abril de 2016

miércoles, 13 de abril de 2016

Mi casa está en la frontera





Con estas fotos termino mi propósito de llegar a contar un poquito de lo que viví, de lo que viven.  Para ver todas las fotos, pinchar en Idomeni. SaluZ, besos y abraZos.
Para compartir las Imáforas, Las fronteras. 

miércoles, 6 de abril de 2016

Me duelen los ojos de mirar sin verte





“Si en el firmamento poder yo tuviera, 
esta noche negra lo mismo que un pozo, 
con un cuchillito de luna lunera, 
cortaría los hierros de tu calabozo. 
Si yo fuera reina de la luz del día, 
del viento y del mar, 
cordeles de esclava yo me ceñiría 
por tu libertad.
Hace una semana y media que regresé de Idomeni y aún no consigo encontrar palabras que me ayuden a saber cómo difundir aquello, tampoco consigo ubicar las emociones que traigo. Miedo, vergüenza, rabia, impotencia, tristeza... todas ellas y alguna más, pero siento una especial, que es pena.

En Idomeni han acampado y acampan miles de familias y personas excepcionales que desean rehacer una vida, que piensan en futuro porque su pasado les ha sido arrebatado. Miles de vidas que desean empezar de nuevo donde sea para cumplir sus sueños o simplemente para vivir sin miedo.
Durante el tiempo que estuve allí he tenido la inmensa suerte de poder escuchar algunas experiencias de vidas y acercarme un poco a los que me las contaban. Todas, sin excepción, son historias valientes. Absolutamente todas las personas que conocí me han enseñado algo. Creo que es difícil llevar una situación tan extrema con tanta humildad como la que he podido percibir. De todas y cada una de las personas con las que compartí algo de su tiempo, me declaro ferviente admirador.

Jamás estuve antes en una situación ni medio parecida, fui porque me quemaba por dentro y me veía obligado a calmar aquello que sentía. Egoísmo puro y duro. Allí me encontré con personas increíbles, que desde su momento tenso, insoportable, insostenible y crudo siempre te contestaban con una sonrisa, con una invitación a su tienda, a su comida y a su vida y siempre siempre con un gracias. ¡¡¡Un gracias!!! un gracias increíble, enorme y sincero. Y uno no acierta muy bien a entender porqué te dan las gracias cuando sólo quieres pedirles perdón y ni tan siquiera sabes cómo hacerlo.

Y siento pena, sí, pero no de nada de lo que vi, compartí o viví en Grecia sino de las soluciones, intenciones y voces de los que más pueden y deben cambiar esta situación.
Siento pena de vivir en un mundo así, tan corrompido, de vivir en una Unión Europea tan falta de memoria, tan falsa, tan maligna y tan dañina, siento pena por cada político y responsable que está tomando estas decisiones tan inhumanas y por todos aquellos que las jalean.
Esta Unión Europea me da pena porque carece del calor, de la humanidad, de la hospitalidad y del valor que demuestran a diario los seres humanos, (sí seres humanos, personas, ciudadanos y no "los refugiados") que intentan sobrevivir y vivir lejos del pánico que injustamente les ha echado de sus casas a base de terror y de muertes cercanas y diarias.

No deseo que ninguna de las fotos que forman y formarán parte de este reportaje generen pena. No lo quiero. No sé para qué servirán, eso también me da miedo, pero sé para qué están aquí y es para informar y denunciar y espero sirvan para generar fuerza y exigir un trato humano y justo.

No nos están pidiendo comida, ni dinero, ni ropa. No nos confundamos, porque doy fe que no quieren nada de eso, al igual que tú tampoco la quieres suya. Y ahí radica el primer aprendizaje que debemos hacer. Empezar a tratarnos de iguales. Que las distancias no nos hagan insensibles, que no veamos un ellos diferentes sino un nosotros iguales. Y desde ahí escucharles e informarnos que lo único que piden es que abran las fronteras, las putas fronteras que les están reteniendo bajo condiciones bochornosas, inhumanas e indignantes pero sobretodo INJUSTAS. Porque piden abrir fronteras pero podrían exigir mucho más. Porque las leyes internacionales les amparan y muy lejos de someterles al calvario y la tortura que están sufriendo, les debían de cuidar y ayudarles. Y ahí es donde debemos entrar la ciudadanía y no parar de ayudarles como podamos desde donde podamos. Desde que regresé intento encontrar ese lugar. La impotencia que siento desde aquí es treméndamente superior a la que se sentí allí, haciendo poco, pero acompañando y eso también me da mucha pena.
Para acompañar las Imáforas, Ay pena, penita, pena. SaluZ, besos y abraZos.

Pinchar en Idomeni, para ver más fotos del reportaje. Seguiré subiendo más directamente a la página de Idomeni poco a poco.